martes, 27 de septiembre de 2011

Oración por las negligencias diarias.

Padre Eterno, yo os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo su amor, todos sus sufrimientos, y todos sus méritos.

  • Primero- Para expiar todos los pecados que he cometido en éste día, y durante toda mi vida.  ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...! 
  • Segundo- para purificar el bien que he hecho mal en éste día, y durante toda mi vida. ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...! 
  • Tercero- Para suplir por el bien que yo debía de haber hecho, y que he omitido en éste día, y durante toda mi vida. ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...! 
Una religiosa clarisa, recién muerta, se apareció a su abadesa o Madre superiora, mientras que la abadesa rezaba por el alma de la fallecida. En ese momento, la difunta habló, diciendo: "Yo fui admitida directamente al cielo porque mediante esta oración que yo rezaba todas las noches, se pagaron todas mis deudas".   

(con ésta oración no se intenta re-emplazar la confesión)

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